Al contrario de lo que sucede con otros pueblos indoeuropeos, los celtas sí que han merecido gran atención por parte de los medios editoriales españoles, aunque, lamentablemente, en muchas ocasiones reproducen solo los aspectos folclóricos —de carácter más divulgativo en los aspectos religiosos y mitológicos de los celtas, y por tanto, más comerciales— de una moda, suponemos que pasajera, que se ha convenido en llamar “celtomanía”, la cual, como es evidente, no tiene nada que ver con el riguroso “celtismo”. No obstante, disponemos en español de buenas monografías al respecto, como la de Jean Markale y la de Venceslas Kruta. Libros de autores españoles encontramos muchos y variados, en particular sobre los celtíberos, entre los que destacamos las obras de Martín Almagro-Gorbea.
El presente libro de Françoise Le Roux y Christian-J. Guyonvarc’h viene a completar el cuadro de estudios célticos generalistas en España desde una perspectiva integralmente indoeuropeísta y en el marco del esquema trifuncional de Georges Dumézil.
Recordemos la magnífica siguiente frase de Martín Almagro-Gorbea: «Lo celta es un concepto claramente étnico con sentido cosmológico». Ello significa que este complejo concepto étnico no puede simplificarse reduciéndolo a los datos arqueológicos, lingüísticos y antropológicos, como hacen quienes niegan la existencia de los celtas, considerando esta realidad histórica como retórica y poco científica, esto es, como un “constructo” moderno. Constructo moderno que sostienen los celtoescépticos y los anticeltistas, principalmente anglosajones –, según los cuales los habitantes de la Celtia británica “hablaban lenguas célticas, pero no eran celtas”. Este libro nos hará comprender no solo cómo eran estos ancestros nuestros, sino también el complejo proceso de etnogénesis implicado en su formación, expansión y casi extinción.