Hoy, en la penumbra de la más absoluta oscuridad de la conciencia del Ser humano, nos enfrentamos a la necesidad de dar respuesta a una pregunta esencial. ¿Se acabó el mundo? no me refiero, por su puesto, a la destrucción literal de la existencia del hombre en el mundo, ni de una hecatombe planetaria, me refiero pues al término de una determinada forma de orden cultural. Ese orden cultural corresponde a lo que constituyó a Occidente, aquello que lo dotó de una verdad, de un sentido, de un camino. Me refiero pues a la cultura occidental cristiana; es ese fundamento y esa práctica la que caducó, se acabó.
Bajo esta perspectiva el libro Guerra ideológica. Subversión y emancipación en occidente de la editorial EAS estudia si el mundo, el orden occidental tal y como lo entendemos se ha acabado, tratando de esclarecer si ese hecho cultural tiene lugar, o más bien, corresponde a una mera conjetura. ¿Por qué el orden occidental cristiano ha caducado? ¿Qué elemento da testimonio de la vigencia o decadencia de unas determinadas y particulares premisas de creencia? En el caso de la cultura occidental cristiana, el testimonio de que su cosmovisión se encuentra decadencia lo establece la práctica.