Los valores que nos determinan o deben aún y siempre determinarnos nacieron en los períodos axiales de la historia, explicó Karl Jaspers. Para Europa y para los pueblos de estirpe europea, Jaspers sitúa este surgimiento de valores en la antigüedad, en los tiempos de Zoroastro o Sócrates. Para Grecia, situaríamos este surgimiento en la era homérica. Se trata ahora, en un momento de profundo nihilismo, de vacío, de resucitar estos valores fundamentales y tradicionales a través de un combate metapolítico permanente y vigilante, creando al mismo tiempo una reticencia social, política y militante, dirigida contra los vectores del nihilismo.
Las dos guerras mundiales del siglo XX nos enseñaron que en el tablero planetario sólo contaban los grandes espacios, teorizados por las escuelas geopolíticas y por el jurista Carl Schmitt. Para Europa, se trata de insertarse en un espacio euroasiático que incluye a la Siberia rusa, como en la época de la alianza tácita entre Luis XVI, María Teresa y Catalina II o como en la brevísima época posnapoleónica. Santa Alianza. Esta convergencia euroasiática implica una mirada benévola a los espacios persas, indios o chinos (confucianos), para crear un mundo multipolar donde la política descansa sobre bases éticas tradicionales y sólidas, sobre largas memorias, sobre la mayor profundidad temporal posible.
Europa es ante todo una identidad antropológica. Pero también es una realidad geográfica: una península al oeste de una masa continental euroasiática, perpetuamente asediada, desde los hunos pasando por los otomanos hasta los falsos refugiados económicos que llegan hoy a Lampedusa o Lesbos. Una Europa despertada debe conocer su pasado trágico, su pasado como subcontinente y como humanidad asediada, debe recordar la voluntad de lucha de sus generaciones anteriores y las motivaciones religiosas e ideológicas de sus vecinos, amigos o enemigos. No hay política coherente posible, ni futuro estable, sin una larga memoria.
Este libro pretende especialmente, y de manera didáctica, proporcionar los elementos de esa memoria que será imperativo, imperial, encontrar, bajo pena de muerte, de desaparición en la vergüenza y la miseria.
Robert Steuckers
Robert Steuckers es un pensador político belga próximo a la llamada Nouvelle Droite y al movimiento identitario europeo. Nació el 8 de enero de 1956 en Uccle, cerca de Bruselas, en el seno de una familia flamenca. Steuckers cursa sus estudios en las Universidades Saint-Louis de Bruselas y en la Católica de Lovaina, en las disciplinas de filología germánica y se diploma en lengua alemana e inglesa en la Escuela de traductores e intérpretes. Discípulo de Armin Mohler y Clément Rosset, Steuckers es considerado como uno de los teóricos de la “Revolución Conservadora alemana” desde su interpretación por la Nueva Derecha francesa. En su juventud, y bajo la influencia de Jean Thiriart, Steuckers se adhiere al GRECE (Grupo de Investigación y Estudios para la Civilización Europea), movimiento intelectual europeísta que tiene el objetivo de rearmar ideológicamente a una nueva derecha. Contribuyó a la reinterpretación del nacional-bolchevismo de Ernst Niekisch y al estudio de Friedrich Nietzsche, Oswald Spengler, Arnold Toynbee, Julius Evola, Gottfried Benn, Ernst Jünger, Arthur Koestler y George Orwell, así como sobre los teóricos de la geopolítica, apuntando además hacia nuevas pistas ideológicas: Foucault, Deleuze, Gusdorf, Péguy, etc. Después de su paso por la secretaría de redacción de Nouvelle Ecole, revista anual del GRECE, en 1981 abandona esta organización y funda el grupo EROE (Etudes, Recherches et Orientations Européennes), y la revista Vouloir en 1983. Steuckers abandona la organización en 1992, por discrepancias ideológicas y estratégicas con Alain de Benoist ─especialmente por desconocer la realidad política y la necesidad de una organización política concreta que luche por un espacio cultural europeo. En los años 1989 a 1992, Steuckers se reaproxima al GRECE, aumentando sus actividades en Francia y Bélgica. Abandona definitivamente la colaboración con el GRECE en 1992 y funda el grupo Synergies Européennes, red paneuropeísta que, junto a otros “disidentes” néodroitiers (Haudry, Faye, Vial, Krebs), formarán el bloque europeo del “movimiento identitario”. Steuckers publica entonces un informativo bimensual titulado Nouvelles de Synergies Européennes, publicación metapolítica que quiere profundizar en los ideales de la Nueva Derecha. En 2003 este grupo dejó de editar sus publicaciones. En el campo de la praxis política Robert Steuckers se desdobla en actividades diversas. Junto al Vlaams Blok, partido belga que lucha por la independencia de Flandes; de Agir, un pequeño partido francófono de Valonia; así como de la plataforma Bruxelles-Identité-Sécurité, un movimiento que tenía por objetivo reunir apoyos a favor del Vlaams Blok junto a la comunidad francófona. Suma a todo esto los coloquios y cursos de formación administrados impartidos por él para las organizaciones paralelas al Vlaams Blok. Autor de varias obras y numerosos artículos en Orientations, Vouloir y Junge Freiheit, reproducimos en este libro sus trabajos traducidos al castellano.
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