JEAN HAUDRY, IN MEMORIAM por Armand Berger

El profesor Jean Haudry falleció a las 7 de la mañana del día 23 de mayo de 2023, a la edad de 88 años. Con esta triste noticia, nos enteramos de la partida de un gran investigador cuya carrera estuvo plenamente dedicada al estudio de la lingüística y la civilización indoeuropeas.

El itinerario de Jean Haudry ha sido ejemplar. Alumno de la École normale supérieure, consiguió mediante concurso la plaza de agregado de gramática en 1959. Enseñó sucesivamente en las universidades de Montpellier y de París como asistente de latín y de lingüística, antes de ser nombrado maestro de conferencias de sánscrito y de gramática comparada en la universidad de Lyon. Defendió una tesis en 1977 y, cinco años más tarde, fundó un Institut d’Études Indo-européennes en la misma universidad. Además, Jean Haudry fue elegido director de estudios de gramática comparada de las lenguas indoeuropeas en la IV sección de la École pratique des hautes études en 1976. Fue nombrado profesor emérito en 1998. Además de su labor docente, Jean Haudry fue director de la UER de la antigua Universidad de Lyon II y decano de la Facultad de Letras y Civilizaciones de la Universidad de Lyon III. La lista de publicaciones de Jean Haudry es particularmente abundante: incluye más de ciento cincuenta títulos, entre ellos una docena de monografías, algunas de las cuales han sido traducidas a varios idiomas. Además, sus artículos se han publicado en las revistas más eruditas de lingüística o de estudios indoeuropeos: Bulletin de la société de linguistique de Paris, Journal Asiatique, The Journal of Indo-European Studies o Revue des études latines.

Jean Haudry fue alumno de los grandes maestros de los que se reclamaba. Para el sánscrito, del que se convertiría en un eminente especialista, estaba en deuda con Armand Minard y Louis Renou. En lingüística, de André Martinet. Para el indoeuropeo, de Émile Benveniste. Para el griego, de Michel Lejeune. Para el latín, de Jacques Perret. Su sólida formación académica, adquirida con estos eruditos, le llevó a convertirse en un destacado indianista. La publicación en 1977 de su tesis sobre el Emploi des cas en védique: introduction à l’étude des cas en indo-européen, fue ya una señal de nuevas y prometedoras investigaciones. Sin embargo, Jean Haudry se alejó de la reconstrucción fonética y morfológica del indoeuropeo, aunque la abordara en una obra titulada Préhistoire de la flexion nominale indo-européenne en 1982. Sus conocimientos de lingüística indoeuropea le permitieron publicar, en 1979, un volumen sobre L´indo-européen en la colección «Que sais-je?» de las Presses Universitaires de Francia que, a pesar de la dificultad del tema, conoció un gran éxito editorial y tuvo varias reimpresiones. El editor encargó entonces un segundo libro a Jean Haudry, esta vez estrictamente sobre Les Indo-européenns (de próxima publicación en editorial EAS, en la colección Estudios Indoeuropeos, en una edición ampliada y revisada respecto a la publicada por la editorial Retorno en 2017). Como el tema no era exclusivamente lingüístico, hacía falta documentarlo. La presentación de su exposición debe mucho a la teoría de las tres funciones dumezilianas. Mientras escribía su obra, Jean Haudry descubrió la traducción francesa de L’origine polaire de la tradition védique, de Bâl Gangâdhar Tilak (publicado por la editorial EAS con el título El hogar ártico en los Vedas), en la traducción de Jean Rémy. También encontró una idea similar en la obra de Ernst Krause: el postulado de un hábitat circumpolar en una fase temprana de la formación de los pueblos indoeuropeos.

Comenzó entonces una nueva fase de investigación, centrada en la noción de «tradición indoeuropea», que Jean Haudry desarrolló a partir de 1985-86. Hasta entonces, los investigadores que intentaban reconstruir la cultura de los indoeuropeos lo hacían mediante la paleontología lingüística. Sin embargo, se observaron una serie de irregularidades o arcaísmos que causaban problemas. El conocido ejemplo del temor a que la aurora no vuelva, en la tradición védica, constituye simplemente un hecho heredado, transmitido. Y no es en la India, evidentemente, donde esta tradición pudo nacer. La introducción de la noción de tradición ha cambiado completamente las perspectivas en materia de estudios indoeuropeos, que ahora incluyen una dimensión diacrónica, y ha permitido integrar realidades mucho más antiguas que aquellas con las que habitualmente operábamos. Volviendo a la cronología, los últimos indoeuropeos, es decir, los hablantes del indoeuropeo común, se situaron en el cuarto milenio, en la estepa póntica. Si tenemos en cuenta los datos de la tradición, podemos identificar, por el contrario, una herencia que se remonta al séptimo milenio. Sin embargo, esta perspectiva no nos permite remontarnos indefinidamente a estados anteriores. Lo que los lingüistas denominan «indoeuropeos» pertenecen al periodo reconstruido. La existencia de una tradición indoeuropea, de la que son herederos, permite que surjan nuevas perspectivas.

Esta considerable aportación de Jean Haudry a los estudios indoeuropeos, que trabaja desde entonces en diacronía, le llevó a interesarse por la religión cósmica de los indoeuropeos (La religion cosmique des Indo-Européens). En 1987 publicó una monografía sobre el tema, en la que desarrolla una tesis sobre los tres cielos indoeuropeos. En esta obra densa y erudita, Jean Haudry consiguió mostrar el recuerdo preciso de una dimensión circumpolar en la tradición indoeuropea basada en ciclos temporales. Esta dimensión circumpolar es una tesis interesante, porque ahora se ve confirmada por los recientes descubrimientos en paleogenética que han permitido encontrar rastros de una herencia genética de cazadores-recolectores nórdicos entre las poblaciones de las estepas pónticas a finales del Neolítico.

Jean Haudry también exploró la tradición indoeuropea teniendo en cuenta las numerosas correspondencias lingüísticas que están en la base del formulario. La reconstrucción del formulario indoeuropeo, basada en la concordancia de secuencias de formas superponibles en dos o más literaturas indoeuropeas (en los Vedas, en Homero, pero también en el Avesta e incluso en la antigua poesía germánica), bajo la forma de sintagmas nominales compuestos por un sustantivo y un adjetivo epíteto, permite aproximarse a la tradición poética indoeuropea, así como otorgar la debida importancia a las nociones. Así, Jean Haudry observa numerosas circunstancias que forman la tríada pensamiento-palabra-acción, a partir de las cuales publicó un libro en 2009 (La triade pensée, parole, action, dans la tradition indo-européenne).

Jean Haudry también se interesó por la presencia del fuego en la tradición indoeuropea, en particular en una copiosa obra publicada en 2016 (Le feu dans la tradition indo-européenne). La antiquísima presencia del fuego, atestiguada mucho antes de la aparición de los indoeuropeos –ya se encuentra en Europa más de 300.000 años antes de nuestra era–, se integró muy pronto en la mitología. Esta realidad ancestral del fuego constituye uno de los puntos esenciales del primer periodo de la tradición indoeuropea, el de los tiempos inmemoriales.

Hasta los últimos momentos de su vida, Jean Haudry fue un prolífico estudioso. Prueba de ello es la publicación de dos obras en la editorial Yoran Embanner. La primera, publicada el año pasado, se titula Sur les pas des Indo-Européens, y se presenta en forma de recopilación de artículos ya publicados o inéditos, precedida de una excelente entrevista y completada con una exhaustiva bibliografía de su obra académica. Hace un mes se publicó otro libro: Lexique de la tradition indo-européenne. Se trata, sin duda, de la gran obra de Jean Haudry, elaborada a lo largo de, al menos, una década. El material que contiene demuestra el alcance de la erudición de un investigador que conocía bien tanto las lenguas védicas como la antigua poesía anglosajona, extendiendo su conocimiento a los dioses de la antiguas Grecia e Irán.

Huelga decir que echaremos mucho de menos a Jean Haudry. Trabajador infatigable, persona de una humildad ejemplar, erudito amable y benévolo. Tantas cualidades reunidas en un hombre que seguirá siendo, para generaciones de lingüistas e historiadores de las religiones, un verdadero mentor cuya gloria es imperecedera.

Armand Berger

Miembro del Pôle Études de l’Institut Iliade

(c) https://institut-iliade.com/disparition-de-jean-haudry/

(c) Jesús Sebastión´Lorente, por la traducción

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