El objetivo de esta obra es obligar al lector a considerar si la afirmación de que la igualdad es siempre buena y la desigualdad siempre mala es axiomática. No, no intento demostrar lo contrario. Simplemente animo al lector a no considerar como axiomático algo que merezca su confirmación en cada caso concreto.
Este libro ilustra una propuesta muy sencilla y cotidiana: todo en su buena medida. Presento casos en los que el esfuerzo por lograr una igualdad excesiva conduce a una reducción del bienestar general y también ofrezco puntos de vista atípicos sobre varios aspectos de la desigualdad económica y política. También presento casos en los que los intentos sinceros de defender a los desfavorecidos y enfrentar la injusticia sólo conducen a un empeoramiento de su situación. Uno de los temas principales del libro es que combatir cualquier forma de desigualdad es útil cuando su alcance difiere significativamente de los niveles óptimos para una determinada etapa de desarrollo de la sociedad y puede ser directamente perjudicial si el nivel actual de desigualdad ya se acerca al que es óptimamente alcanzable para el nivel actual de desarrollo técnico y cultural.
La obra consta de tres partes. La primera está dedicada a la desigualdad económica, la segunda a varias otras manifestaciones de desigualdad en la vida social, la tercera a las diferencias entre el nivel real de desigualdad y la percepción de desigualdad. Evalúo la trayectoria de la desigualdad a lo largo del tiempo en términos de consumo por diferentes grupos de ingresos, incluido el consumo de beneficios parcialmente gratuitos y el acceso a medicamentos y educación; y la desigualdad en el tiempo dedicado al trabajo y otras perspectivas atípicas. Uno de los temas clave de este trabajo es que, contrariamente a la desigualdad de ingresos, la desigualdad en el consumo real ha disminuido linealmente en los últimos siglos.